Según Emilia Ferreiro qué es la lectura

Según Emilia Ferreiro qué es la lectura

La lectura, en el ámbito de la educación y el desarrollo cognitivo, es un tema de gran relevancia, especialmente cuando se aborda desde la perspectiva de expertas como Emilia Ferreiro. Este artículo profundiza en la visión de esta destacada investigadora argentina sobre el proceso de aprender a leer. A través de su trabajo, Ferreiro ha aportado valiosas ideas sobre cómo los niños construyen el sentido de la escritura y la lectura, y cómo los docentes pueden acompañar este proceso de manera efectiva.

¿Según Emilia Ferreiro qué es la lectura?

Emilia Ferreiro define la lectura como un proceso activo y constructivo por el cual el lector interpreta el significado de los símbolos escritos. Según ella, no se trata simplemente de asociar sonidos a letras, sino de construir un sistema de representación que permita comprender el mensaje transmitido en un texto. Ferreiro destaca que la lectura es una competencia que se desarrolla progresivamente, a través de etapas que van desde la prelectura hasta la lectura convencional.

Un dato interesante es que Emilia Ferreiro fue una de las principales impulsores de la teoría constructivista en la enseñanza de la lectoescritura. En la década de 1970, junto con Ana Teberosky, desarrolló el modelo de lectoescritura que se basa en la observación del proceso natural por el cual los niños construyen su sistema de escritura, antes de ser enseñados formalmente. Esta teoría marcó un antes y un después en la pedagogía de la lengua.

Además, Ferreiro destaca la importancia del contexto social y cultural en la formación del lector. La lectura no es un acto aislado, sino que está profundamente influenciada por el entorno en el que se desenvuelve el lector. Esto implica que los docentes deben crear ambientes enriquecedores que favorezcan la exploración de textos y el desarrollo del pensamiento crítico.

También te puede interesar

Qué es mediar en la lectura

Mediar en la lectura es un proceso fundamental en la formación educativa y el desarrollo del pensamiento crítico. Este proceso implica guiar a los lectores, especialmente a los más jóvenes o inexpertos, en la comprensión, interpretación y análisis de textos....

Por que es importante la lectura critica analitica y panoramica

La comprensión y evaluación de textos van más allá de simplemente leer palabras. La lectura crítica, analítica y panorámica permite a los lectores no solo absorber información, sino también interpretarla, cuestionarla y aplicarla en contextos diversos. Este tipo de lectura...

Persona que es especialista en lectura

En un mundo cada vez más acelerado, donde la información fluye a una velocidad impresionante, la capacidad de comprender, procesar y sintetizar textos se ha convertido en una habilidad clave. Es aquí donde entra en juego una figura fundamental: el...

Que es la tecnicas de lectura eficaz comprension y rapidez

En el mundo moderno, donde la información se genera a un ritmo acelerado, el dominio de estrategias para procesar textos de manera rápida y con comprensión profunda se ha convertido en una habilidad clave. Las técnicas de lectura eficaz, que...

Que es la lectura de no palabras

La lectura de no palabras es un concepto esencial en la evaluación del rendimiento lector, especialmente en contextos educativos y neuropsicológicos. Este término, aunque puede sonar extraño a primera vista, se refiere a la capacidad de una persona para leer...

Que es lectura y sus tipos

La lectura es una habilidad fundamental que permite a las personas comprender y procesar información escrita. Este proceso no solo implica la decodificación de palabras, sino también la interpretación, análisis y reflexión sobre el contenido leído. Existen diversos tipos de...

El rol del niño en el proceso de lectura según Ferreiro

Una de las ideas centrales de Emilia Ferreiro es que el niño no es un recipiente pasivo de conocimiento, sino un sujeto activo que construye su sistema de lectoescritura a partir de su experiencia. En este sentido, Ferreiro observó que los niños, incluso antes de ser enseñados a leer, ya experimentan con la escritura, intentando reproducir patrones que perciben en su entorno. Este fenómeno, que ella denomina escritura emergente, es una manifestación del esfuerzo del niño por dar sentido al mundo escrito.

Esta aproximación constructivista permite a los docentes comprender que el niño no está listo para aprender a leer de un día para otro, sino que atraviesa una serie de etapas cognitivas y lingüísticas que deben ser respetadas. Ferreiro destaca que el docente debe observar atentamente las producciones del niño y ofrecer retroalimentación que lo guíe hacia una comprensión más precisa de los sistemas de escritura.

Por otro lado, Ferreiro también enfatiza la importancia de los intercambios sociales en la construcción del lector. La lectura no se aprende en aislamiento, sino que se desarrolla a través de la interacción con otros lectores y escritores. Esto implica que los docentes deben fomentar la conversación, la comparación de textos y la discusión de ideas para enriquecer el proceso de aprendizaje.

La construcción del sistema de escritura antes de la lectura

Antes de poder leer de manera convencional, los niños construyen un sistema personal de escritura, que puede incluir grafismos, dibujos, símbolos y patrones que intentan representar el lenguaje oral. Emilia Ferreiro observó que estos sistemas, aunque no siguen las normas ortográficas convencionales, son una manifestación del pensamiento del niño y reflejan su intento por dar sentido a la escritura. Este proceso es fundamental para entender cómo los niños llegan a la lectura convencional.

Este sistema de escritura emergente no es una imitación casual, sino una estrategia deliberada del niño para comunicar sus ideas. Ferreiro destaca que, al observar estos intentos, los docentes pueden identificar los conocimientos que el niño ya posee y guiar su aprendizaje de manera más efectiva. Por ejemplo, si un niño escribe palabras con todas las letras pero sin mayúsculas ni signos de puntuación, el docente puede intervenir para enseñar estos elementos en un contexto significativo.

Este enfoque permite a los docentes valorar las producciones del niño no como errores, sino como pasos en un proceso de construcción. De esta manera, se fomenta una actitud positiva hacia la lectoescritura y se crea un ambiente de confianza en el aula.

Ejemplos de cómo los niños construyen su sistema de escritura

Un ejemplo típico de escritura emergente es cuando un niño escribe su nombre de manera personalizada, usando letras que no corresponden exactamente a las convencionales, o usando dibujos para representar sonidos. Por ejemplo, un niño podría escribir MAMA como MAMÁ o incluso como MÁMÁ si no conoce las reglas de acentuación. Otro ejemplo es cuando un niño escribe palabras usando solo las consonantes, como PERRO escrito como PRR.

Estos ejemplos no son simples errores, sino manifestaciones del sistema de escritura que el niño está construyendo. En este contexto, Emilia Ferreiro propone que los docentes no corrijan estos errores de forma inmediata, sino que los reconozcan como intentos valiosos y los validen como parte del proceso de aprendizaje. Por ejemplo, en lugar de decirle al niño que eso está mal, el docente puede preguntar: ¿Cómo crees que se escribe ‘perro’? Esto fomenta la reflexión y el pensamiento autónomo del niño.

Otro ejemplo es cuando un niño escribe una historia con dibujos y símbolos que representan palabras, como un dibujo de un coche para representar carro o una estrella para representar estrella. Estos sistemas simbólicos son una forma de comunicación que el niño utiliza para dar sentido al mundo escrito y son un paso fundamental hacia la escritura convencional.

El concepto de lector en construcción

Emilia Ferreiro introduce el concepto de lector en construcción para describir el proceso dinámico por el cual los niños van desarrollando sus habilidades de lectoescritura. Este concepto subraya que no existe un momento único en el que el niño se convierte en lector, sino que atraviesa una serie de etapas en las que va construyendo gradualmente su competencia lectora.

Este proceso no se limita a la capacidad de decodificar palabras, sino que incluye también la comprensión del mensaje, la interpretación de contextos, y la capacidad de relacionar lo que se lee con conocimientos previos. Ferreiro destaca que, en cada etapa, el niño utiliza estrategias diferentes para abordar los textos, y el docente debe estar atento a estas estrategias para ofrecer el apoyo necesario.

Por ejemplo, en etapas iniciales, el niño puede recurrir a la memoria visual para reconocer palabras, mientras que en etapas posteriores utiliza estrategias fonéticas o sintácticas. El docente debe identificar estas estrategias y diseñar actividades que las enriquezcan, sin forzar al niño a adoptar un único método de lectura.

Claves para enseñar lectura según Emilia Ferreiro

Emilia Ferreiro propone varias claves para enseñar lectura de manera efectiva. Una de ellas es el respeto por el proceso natural de construcción del sistema de escritura por parte del niño. Los docentes deben observar atentamente las producciones de sus alumnos y utilizar estas observaciones como base para planificar las actividades de enseñanza.

Otra clave es la importancia de los intercambios sociales. Ferreiro sostiene que el niño aprende a leer no solo a través de la exposición a textos, sino también a través de la interacción con otros lectores. Esto implica que los docentes deben fomentar la lectura compartida, la lectura en voz alta y la discusión de textos en el aula.

Además, Ferreiro destaca la necesidad de proporcionar al niño una variedad de textos que respondan a sus intereses y necesidades comunicativas. Los textos deben ser relevantes para el niño, ya que esto aumenta su motivación y facilita la comprensión. Por ejemplo, un niño que le gusta la naturaleza puede beneficiarse de leer textos sobre animales, plantas o ecosistemas.

La importancia del contexto en la construcción del lector

El contexto en el que se desarrolla el niño tiene un impacto fundamental en su proceso de aprendizaje de la lectura. Emilia Ferreiro destaca que el niño no aprende a leer en un vacío, sino que construye su sistema de lectoescritura a partir de su interacción con el entorno. Esto implica que los docentes deben considerar el contexto cultural, social y lingüístico del niño al planificar su enseñanza.

Por ejemplo, un niño que crece en un entorno donde la lectura no se valora puede enfrentar mayores dificultades para desarrollar su competencia lectora. Por otro lado, un niño que tiene acceso a libros, revistas, y adultos lectores en su entorno puede desarrollar una actitud positiva hacia la lectura desde una edad temprana.

En segundo lugar, Ferreiro resalta que el contexto escolar también influye en el proceso de aprendizaje. Un aula donde se fomenta la lectura, donde los docentes modelan la lectura, y donde los niños tienen oportunidades de compartir lo que leen, crea un ambiente propicio para el desarrollo del lector. Por el contrario, un aula donde la lectura se reduce a ejercicios mecánicos y memorísticos puede generar frustración y desinterés en los niños.

¿Para qué sirve la lectura según Emilia Ferreiro?

Según Emilia Ferreiro, la lectura no solo sirve para adquirir conocimientos, sino también para desarrollar el pensamiento crítico, la imaginación y la capacidad de comunicación. A través de la lectura, el niño no solo construye su sistema de escritura, sino que también amplía su mundo conceptual y social. Por ejemplo, al leer cuentos, el niño puede explorar diferentes realidades, personajes y situaciones que le permiten desarrollar su capacidad de empatía y comprensión.

Además, Ferreiro destaca que la lectura es una herramienta fundamental para la autonomía del individuo. Un lector competente es capaz de acceder a información, interpretar mensajes y participar activamente en la sociedad. Esto implica que enseñar a leer no solo es una responsabilidad educativa, sino también una responsabilidad social.

Un ejemplo de cómo la lectura sirve para el desarrollo del pensamiento crítico es cuando el niño lee un texto informativo y luego discute con sus compañeros o con el docente sobre lo leído. Este intercambio permite al niño cuestionar, comparar y construir nuevas ideas a partir del texto. En este sentido, la lectura no es un acto pasivo, sino una herramienta activa para la formación del pensamiento.

El proceso de lectoescritura desde una perspectiva constructivista

Emilia Ferreiro aborda el proceso de lectoescritura desde una perspectiva constructivista, donde el niño no recibe el conocimiento de forma pasiva, sino que lo construye a partir de su experiencia. Esto implica que el docente debe crear un ambiente de aprendizaje donde el niño pueda explorar, experimentar y construir su sistema de escritura de manera autónoma.

Una de las herramientas que Ferreiro propone es el uso de textos reales y significativos para el niño. Estos textos no solo sirven para enseñar normas de escritura, sino también para dar sentido a la actividad de leer y escribir. Por ejemplo, los niños pueden escribir listas de compras, cartas a sus padres o historietas sobre sus vivencias. Estos textos tienen un propósito comunicativo y, por lo tanto, son más motivadores para el niño.

Además, Ferreiro destaca la importancia de la retroalimentación por parte del docente. Esta retroalimentación no debe centrarse en la corrección de errores, sino en el reconocimiento de los avances del niño y en la propuesta de nuevas estrategias para seguir aprendiendo. Por ejemplo, si un niño escribe una palabra sin el acento correcto, el docente puede preguntar: ¿Cómo crees que se escribe ‘papá’?, en lugar de corregirlo directamente.

La importancia de la escritura en el proceso de lectura

La escritura desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la lectura, según Emilia Ferreiro. Ella sostiene que la escritura no es solo una habilidad complementaria a la lectura, sino un proceso que permite al niño construir un sistema de representación que facilita la comprensión de los textos. Por ejemplo, cuando un niño escribe una palabra, está estableciendo una relación entre el sonido y la grafía, lo que le ayuda a reconocer esa misma palabra cuando la lee.

Este proceso es especialmente relevante en las etapas iniciales, donde el niño está explorando el sistema de escritura. Ferreiro observó que los niños que tienen oportunidades de escribir producciones propias, como cuentos, listas o mensajes, desarrollan una comprensión más profunda de los textos. Esto se debe a que, al escribir, el niño está involucrado activamente en la producción de significado, lo que le permite comprender mejor el funcionamiento del sistema de escritura.

Además, Ferreiro destaca que la escritura permite al niño experimentar con la lengua y explorar nuevas formas de expresión. Esto no solo enriquece su vocabulario, sino que también le da herramientas para comprender textos más complejos. Por ejemplo, al escribir sobre un tema que le interesa, el niño puede incorporar nuevas palabras y estructuras gramaticales que luego podrá reconocer al leer.

El significado de la lectura según Emilia Ferreiro

Para Emilia Ferreiro, la lectura no es solo la capacidad de decodificar palabras, sino una competencia que implica la comprensión del mensaje, la interpretación del contexto y la construcción de significados. Esta visión de la lectura se basa en el constructivismo, que sostiene que el conocimiento no se transmite de forma directa, sino que se construye a partir de la experiencia del niño.

En este sentido, Ferreiro propone que el proceso de lectura se divide en varias etapas. En la primera etapa, el niño experimenta con la escritura y construye un sistema personal de representación. En la segunda etapa, comienza a reconocer patrones y a establecer relaciones entre los signos y su significado. Finalmente, en la etapa convencional, el niño ya es capaz de leer con fluidez y comprensión.

Este proceso no es lineal ni uniforme, ya que cada niño atraviesa estas etapas a su propio ritmo. Lo importante es que el docente reconozca estas etapas y ofrezca apoyo adecuado en cada una. Por ejemplo, en la etapa inicial, el docente puede trabajar con actividades que fomenten la exploración de la escritura, mientras que en etapas posteriores puede introducir textos más complejos y actividades de comprensión lectora.

¿De dónde proviene la idea de la lectura según Emilia Ferreiro?

La idea de la lectura según Emilia Ferreiro surge de una combinación de observación directa de los niños en el aula y de una base teórica constructivista. Ferreiro comenzó su investigación en la década de 1970, cuando trabajaba en una escuela en Buenos Aires, Argentina. Allí, observó que los niños no solo aprendían a leer de forma mecánica, sino que construían su sistema de escritura a partir de sus propias experiencias.

Estas observaciones llevaron a Ferreiro a cuestionar las prácticas tradicionales de enseñanza de la lectoescritura, que se basaban en la repetición y la memorización. En cambio, propuso un modelo en el que el niño es el protagonista del proceso de aprendizaje, y el docente actúa como guía y mediador. Este modelo se consolidó en el libro La lectoescritura en la escuela (1979), que se convirtió en una referencia fundamental en la educación de la lengua.

Además, Ferreiro se inspiró en las teorías de Jean Piaget y Lev Vygotsky, quienes destacaban la importancia de la interacción social y el desarrollo cognitivo en el aprendizaje. Estas teorías le permitieron entender que la lectura no es un acto aislado, sino que se desarrolla a través de la interacción con otros y con el entorno.

Las etapas del desarrollo de la lectura según Emilia Ferreiro

Emilia Ferreiro propone una serie de etapas por las cuales atraviesa el niño en su proceso de aprendizaje de la lectura. Estas etapas no son rígidas ni fijas, sino que representan una guía para entender cómo el niño construye su competencia lectora. La primera etapa es la de la escritura emergente, donde el niño experimenta con símbolos, dibujos y grafismos para representar su pensamiento.

En la segunda etapa, el niño comienza a reconocer patrones en la escritura y a establecer relaciones entre los signos y su significado. En esta etapa, el niño puede escribir palabras con errores ortográficos, pero ya intenta representar las ideas con mayor precisión. Por ejemplo, puede escribir CASA como CASA o como CAS, dependiendo de su conocimiento de la lengua.

Finalmente, en la etapa convencional, el niño ya es capaz de leer y escribir con fluidez y comprensión. En esta etapa, puede reconocer palabras automáticamente, interpretar el significado de los textos y relacionar lo que lee con su conocimiento previo. Ferreiro destaca que el docente debe acompañar a los niños en cada una de estas etapas, ofreciendo actividades que respondan a sus necesidades y nivel de desarrollo.

¿Cómo se desarrolla el lector según Emilia Ferreiro?

Según Emilia Ferreiro, el desarrollo del lector es un proceso dinámico y progresivo que involucra la interacción entre el niño, el docente y el entorno. El niño no se convierte de la noche a la mañana en un lector competente, sino que atraviesa una serie de etapas en las que construye gradualmente su sistema de lectoescritura. Este proceso no solo implica el aprendizaje de normas ortográficas o reglas gramaticales, sino también la comprensión del significado de los textos.

Ferreiro destaca que el desarrollo del lector se apoya en la lectura de textos significativos para el niño. Estos textos deben ser relevantes para su vida, interesantes y comprensibles. Por ejemplo, un niño que le gustan los animales puede beneficiarse de leer cuentos, revistas o libros sobre este tema. El docente debe seleccionar textos que respondan a los intereses del niño y que le permitan desarrollar su capacidad de interpretación y comprensión.

Además, Ferreiro enfatiza la importancia de la lectura compartida y la lectura en voz alta en el desarrollo del lector. Estas prácticas permiten al niño escuchar cómo se leen las palabras, cómo se estructuran las frases y cómo se construyen los significados. Por ejemplo, al escuchar al docente leer un cuento, el niño puede aprender a anticipar lo que va a suceder, a identificar personajes y a comprender la secuencia de los acontecimientos.

Cómo usar la lectura según Emilia Ferreiro y ejemplos prácticos

Emilia Ferreiro propone que la lectura debe usarse como una herramienta para construir conocimiento, desarrollar el pensamiento crítico y fomentar la comunicación. Para lograr esto, el docente debe seleccionar textos que sean significativos para el niño y que respondan a sus necesidades comunicativas. Por ejemplo, un niño puede leer una carta que escribió a su abuelo para practicar la escritura, o puede leer un cuento para explorar nuevas ideas y personajes.

Un ejemplo práctico es el uso de textos reales en el aula. Los niños pueden leer carteles, etiquetas, recetas o instrucciones que encuentran en su entorno. Estos textos tienen un propósito concreto y son más motivadores para el niño, ya que están relacionados con su vida diaria. Por ejemplo, un niño puede leer una etiqueta de un producto de supermercado para aprender a identificar ingredientes o fechas de vencimiento.

Otro ejemplo es la lectura compartida en el aula, donde el docente lee un texto en voz alta mientras los niños siguen el texto escrito. Esta práctica permite al niño escuchar la pronunciación correcta de las palabras, comprender la estructura de las frases y desarrollar su comprensión lectora. Por ejemplo, al leer un cuento, el docente puede hacer preguntas durante la lectura para ayudar al niño a anticipar lo que va a suceder o a reflexionar sobre los personajes.

La lectura como herramienta para la autonomía del niño

La lectura, desde la perspectiva de Emilia Ferreiro, no solo es una herramienta para adquirir conocimientos, sino también un medio para desarrollar la autonomía del niño. A través de la lectura, el niño construye su sistema de escritura, amplía su vocabulario, interpreta mensajes y se relaciona con el mundo escrito. Este proceso no solo le permite leer mejor, sino también pensar de manera crítica, resolver problemas y comunicarse de forma efectiva.

Ferreiro destaca que la autonomía del niño se fortalece cuando se le da la oportunidad de elegir qué leer, cómo leer y con quién compartir lo leído. Por ejemplo, cuando un niño elige un libro de su interés, está involucrándose activamente en el proceso de lectura. Esto aumenta su motivación y su compromiso con la actividad lectora. Además, cuando el niño comparte lo que ha leído con sus compañeros o con el docente, está desarrollando su capacidad de comunicación y de expresión oral.

Por otro lado, Ferreiro también resalta que la autonomía del niño no se logra de forma inmediata, sino que se desarrolla a lo largo del proceso de aprendizaje. El docente debe acompañar al niño en cada etapa, ofreciendo apoyo y retroalimentación que le permitan seguir avanzando. Por ejemplo, cuando un niño lee un texto y no comprende completamente su significado, el docente puede ayudarle a identificar las palabras clave, a hacer preguntas sobre el contenido o a buscar información adicional.

La importancia de la lectura en la educación infantil

La lectura desde una perspectiva infantil es un pilar fundamental en la educación temprana, ya que no solo desarrolla habilidades cognitivas, sino que también fomenta la creatividad, la imaginación y la empatía. Según Emilia Ferreiro, los niños pequeños necesitan acceder a una variedad de textos que respondan a sus intereses y necesidades comunicativas. Esto implica que los docentes deben ofrecer una amplia gama de materiales escritos, desde cuentos y rimas hasta libros de imágenes y revistas.

Un aspecto clave es que la lectura en la educación infantil debe ser una experiencia placentera y motivadora. Los niños deben sentir que la lectura es una actividad que les gusta y que les permite expresar sus ideas. Por ejemplo, un niño puede disfrutar de leer un cuento sobre animales, o puede sentirse motivado a escribir una pequeña historia sobre su mascota. Estas experiencias no solo desarrollan su competencia lectora, sino que también les permiten construir su identidad como lector.

Finalmente, la lectura en la educación infantil debe ser una práctica constante y continua. Los docentes deben integrar la lectura en todas las áreas del currículo, no solo en la enseñanza de la lengua. Por ejemplo, un niño puede leer un texto sobre la naturaleza durante la clase de ciencias, o puede leer una receta durante la clase de matemáticas para practicar la comprensión de instrucciones. Esta integración permite al niño ver la lectura como una herramienta útil en diferentes contextos.