En el mundo del marketing digital, existe un fenómeno conocido como viralizar, que se refiere a la capacidad de una campaña, contenido o producto de propagarse de forma autónoma y exponencial a través de las redes sociales y plataformas digitales. Este proceso, que a menudo se compara con el comportamiento de un virus, permite que una idea o mensaje alcance a millones de personas en cuestión de horas. A continuación, exploraremos a fondo el concepto de viralizar en marketing, sus estrategias, ejemplos y el impacto que tiene en la comunicación moderna.
¿Qué es viralizar en marketing?
Viralizar en marketing significa lograr que una campaña, contenido o producto se propague de forma rápida y autónoma, utilizando la red social de los usuarios como canal de distribución. Cuando algo se vira, se comparte de persona a persona, de forma orgánica y sin la necesidad de un anuncio tradicional. Este fenómeno es especialmente poderoso en la era digital, donde las redes sociales permiten que un contenido llegue a millones de personas en cuestión de minutos.
Un ejemplo clásico es el del video Charlie Bit My Finger, que en 2007 se convirtió en uno de los videos más vistos de YouTube. Este tipo de fenómenos no dependen únicamente de la calidad del contenido, sino también de factores como la novedad, la emoción que genera, o la facilidad de compartirlo. Un contenido viral no se compra, se crea y se comparte de forma espontánea, lo que lo hace especialmente valioso para las marcas.
Además, el concepto de viralidad no es nuevo. En la década de 1990, las empresas comenzaron a explorar cómo los mensajes podrían propagarse de forma natural entre grupos de usuarios. La diferencia hoy en día es que las herramientas digitales permiten medir, analizar y optimizar este proceso con una precisión que antes no era posible. La viralidad se ha convertido en una de las metas más ambiciosas del marketing digital, por su capacidad de generar visibilidad masiva a bajo costo.
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La fuerza del contenido compartido en el marketing digital
El éxito de una campaña viral depende en gran parte de la capacidad del contenido para conectar con el público. En el marketing digital, el contenido compartido tiene un poder multiplicador, ya que cada vez que un usuario lo comparte, el alcance potencial se amplía exponencialmente. Esto es especialmente cierto en plataformas como Facebook, Instagram, TikTok o Twitter, donde el algoritmo prioriza el contenido que genera interacciones.
Una de las claves para lograr este efecto es diseñar contenido que sea fácil de consumir, visualmente atractivo y emocionalmente impactante. Los videos, por ejemplo, tienen una tasa de compartición mucho más alta que las imágenes o los textos. Además, el humor, la sorpresa y el valor informativo son elementos que incrementan la probabilidad de que un contenido se viralice.
Otra ventaja del contenido viral es que, una vez que se inicia el proceso, la marca no necesita invertir tanto en publicidad pagada. El contenido se autopropaga, generando tráfico orgánico y aumentando la visibilidad de la marca sin costos adicionales. Esto lo convierte en una estrategia altamente eficiente, especialmente para startups y pequeñas empresas que buscan maximizar su alcance con recursos limitados.
Factores psicológicos que impulsan el contenido viral
Más allá del diseño y la plataforma, hay factores psicológicos que influyen en la viralidad de un contenido. Por ejemplo, el efecto mejor que yo o mejor que tú, donde una persona comparte algo porque le hace sentir superior o más informado. También está el efecto FOMO (fear of missing out), que impulsa a los usuarios a compartir contenido que creen que otros deberían ver.
Otro factor es el efecto empatía, donde el contenido resuena con experiencias personales del usuario. Un video que muestra una situación cotidiana, por ejemplo, puede generar una conexión emocional que impulsa la compartición. Además, el efecto de la curiosidad también juega un papel importante: contenido que genera preguntas o que se presenta de forma incompleta (como los videos ¿qué pasa después?) tiende a ser compartido con mayor frecuencia.
Ejemplos de campañas que lograron viralizar en marketing
Muchas marcas han utilizado la viralidad como parte de sus estrategias de marketing digital con resultados espectaculares. Un ejemplo clásico es la campaña de Old Spice The Man Your Man Could Smell Like, que en 2010 se viralizó rápidamente gracias a su humor absurdo y a la creatividad en la narración. El video original fue compartido millones de veces, y la marca generó una conversación masiva en redes sociales.
Otro ejemplo es el de el video de Dancing Baby de 1996, considerado por muchos como el primer contenido viral en la historia. Aunque no era un anuncio comercial, su simplicidad y el efecto de la repetición lo convirtieron en un fenómeno digital. En el ámbito comercial, la campaña de Dove Real Beauty Sketches también logró viralizar su mensaje a través de una historia conmovedora que conectó emocionalmente con el público.
Estos casos demuestran que, para viralizar, no se requiere siempre de una producción costosa. Lo importante es que el contenido genere una conexión emocional, visual o intelectual con el usuario, lo que lo hace más probable que sea compartido.
El concepto de viralidad como estrategia de marketing
La viralidad no es un fenómeno aislado, sino una estrategia deliberada que se puede diseñar y optimizar. En marketing, se habla de viralidad como una métrica que mide la capacidad de un contenido de ser compartido entre usuarios. Esta métrica se calcula mediante fórmulas como la de Jonah Berger, que considera el número de comparticiones dividido entre el número de usuarios que han visto el contenido.
Para maximizar la viralidad, las marcas deben crear contenido que tenga un valor de compartición. Esto incluye elementos como la utilidad, la novedad, la emoción o la sorpresa. Por ejemplo, un truco práctico que resuelva un problema cotidiano puede ser compartido porque brinda valor al usuario. O un meme divertido puede ser compartido por su entretenimiento.
También es importante aprovechar el efecto de la red: cada compartición genera más exposición. Por eso, las campañas de marketing viral suelen incluir incentivos para el usuario, como retos, concursos o oportunidades de ganar premios, que fomentan la participación y el compartir.
5 ejemplos de contenido viral en marketing
- Ice Bucket Challenge – ALS Foundation (2014)
Una de las campañas virales más exitosas de la historia, donde personas se filmaban derramando agua helada sobre sí mismas para recaudar fondos para la lucha contra la ELA. Se viralizó gracias a la participación de figuras públicas y la facilidad de replicar el reto.
- Harlem Shake – YouTube (2013)
Un video que se convirtió en un fenómeno global, donde personas filmaban a sus compañeros bailando al ritmo de una canción. Su simplicidad y la capacidad de replicación hicieron que se convirtiera en un formato viral.
- Dove Real Beauty Sketches – Dove (2013)
Un video que mostraba cómo las mujeres se describen a sí mismas frente a cómo otros las ven. Generó una conversación global sobre la autoestima femenina y fue compartido millones de veces.
- Whistle – Silentófono (2015)
Un video donde una mujer silencia a un acosador en la calle usando un dispositivo que emite un sonido muy alto. Se viralizó por su mensaje de empoderamiento femenino.
- PewDiePie vs. T-Series – YouTube (2019)
Una competencia por ser el youtuber con más suscriptores. Aunque no era un anuncio, generó una conversación masiva y fue compartido en todas las redes sociales.
La importancia de la viralidad en la comunicación moderna
En la era digital, la viralidad se ha convertido en uno de los objetivos más codiciados del marketing. Las personas ya no se limitan a consumir contenido, sino que también lo comparten, lo comentan y lo modifican. Esto ha transformado la forma en que las marcas se comunican con su audiencia, pasando de un modelo unidireccional a uno participativo y colaborativo.
Una de las razones por las que la viralidad es tan valiosa es que genera confianza. Cuando un contenido es compartido por múltiples usuarios, se percibe como más auténtico y menos manipulado. Esto es especialmente cierto en el caso de reseñas de productos o experiencias personales. El boca a boca digital tiene un poder que ninguna publicidad pagada puede replicar.
Además, la viralidad permite a las marcas llegar a segmentos de audiencia que no habrían sido posibles de alcanzar con estrategias tradicionales. Por ejemplo, una pequeña marca de ropa puede viralizar un video de un cliente satisfecho, que se comparte en miles de redes sociales, llegando a audiencias que nunca antes habían escuchado de la marca. Esta capacidad de expansión orgánica es una de las ventajas más destacadas del marketing viral.
¿Para qué sirve viralizar en marketing?
Viralizar en marketing sirve para aumentar la visibilidad de una marca, producto o servicio de forma orgánica y masiva. Su principal función es generar una conversión, ya sea en términos de ventas, suscripciones, descargas o simplemente en términos de conocimiento de marca. Cuando algo se viraliza, se convierte en un fenómeno cultural temporal, lo que le da a la marca un impulso de exposición que puede durar semanas o incluso meses.
Además, el contenido viral tiene un efecto multiplicador: cada vez que un usuario comparte el contenido, el mensaje se replica en nuevos círculos de contactos. Esto no solo aumenta el alcance, sino que también mejora la credibilidad del mensaje. Un contenido que se comparte de forma orgánica se percibe como más auténtico y confiable que uno promovido por una empresa.
Finalmente, la viralidad también puede ayudar a construir una comunidad alrededor de una marca. Cuando el contenido resuena con el público, las personas comienzan a identificarse con el mensaje, lo que fomenta una relación emocional con la marca. Esta conexión emocional es uno de los factores más importantes para el éxito a largo plazo de cualquier estrategia de marketing.
Sinónimos y variantes del término viralizar en marketing
En el ámbito del marketing digital, existen varios sinónimos y variantes del término viralizar. Algunos de ellos incluyen:
- Compartir orgánicamente: Se refiere al proceso natural por el cual un contenido es compartido por los usuarios sin intervención directa de la marca.
- Propagación viral: Describe el mecanismo por el cual un contenido se replica y se extiende por la red social.
- Explosión de tráfico: Se usa para describir un aumento masivo de visitas a un sitio web o canal digital.
- Contagio digital: Un término más técnico que describe cómo un mensaje o contenido contagia a otros usuarios, impulsando su difusión.
- Efecto multiplicador: Se refiere a la capacidad de un contenido para generar más interacciones y más exposición a medida que se comparte.
Estos términos se usan con frecuencia en estudios de marketing y en el análisis de campañas digitales para describir fenómenos similares al de la viralidad. Cada uno de ellos tiene matices específicos, pero todos comparten la idea de que el contenido se propaga de forma autónoma y exponencial.
El impacto de la viralidad en las redes sociales
Las redes sociales son el terreno ideal para la viralidad. Plataformas como Instagram, TikTok, Facebook o Twitter están diseñadas para fomentar la interacción y el compartir. Cada una de ellas tiene un algoritmo que prioriza el contenido que genera más interacción, lo que facilita que un contenido se viralice más rápidamente.
En el caso de TikTok, por ejemplo, los videos cortos con contenido entretenido o útil pueden alcanzar millones de vistas en cuestión de horas. Esto se debe a que el algoritmo del TikTok está especialmente diseñado para recomendar contenido nuevo y relevante, lo que aumenta la probabilidad de que un video se viralice si conecta con el usuario.
Además, las redes sociales permiten que los usuarios etiqueten a otros, comenten, compartan y reaccionen, lo que multiplica el alcance del contenido. Por ejemplo, un video de un reto viral puede ser compartido por miles de usuarios, cada uno etiquetando a sus amigos, lo que genera un efecto en cadena que impulsa la viralidad.
El significado de viralizar en el contexto del marketing
El término viralizar proviene del concepto biológico de los virus, que se propagan rápidamente de un huésped a otro. En el marketing, se aplica de manera metafórica para describir cómo un mensaje, contenido o producto se extiende por la red social de los usuarios. El objetivo es que el contenido se infecte a más personas, es decir, que llegue a un número cada vez mayor de usuarios de forma orgánica.
Para que un contenido se viralice, debe cumplir con ciertos requisitos:
- Ser atractivo visualmente: Un contenido que sea fácil de consumir visualmente tiene más probabilidades de ser compartido.
- Generar emoción: El contenido que evoca emociones fuertes, como la sorpresa, la alegría o la indignación, se comparte con mayor frecuencia.
- Facilitar la participación: Los usuarios son más propensos a compartir contenido que les permite participar, como reto, encuesta o desafío.
- Tener una utilidad o valor: El contenido que resuelve un problema o brinda información útil tiene más posibilidades de ser compartido.
Estos elementos combinados generan lo que se conoce como efecto viral, que es el fenómeno por el cual un contenido se propaga de forma exponencial sin necesidad de inversión en publicidad tradicional.
¿Cuál es el origen del término viralizar?
El término viralizar se originó en la década de 1990, cuando los académicos y expertos en marketing comenzaron a estudiar cómo los mensajes se propagaban a través de las redes sociales. En ese momento, el concepto se aplicaba principalmente a la difusión de ideas y comportamientos, pero con la llegada de Internet y las redes sociales, se adaptó al contexto digital.
El término se popularizó gracias a la publicación del libro *Contagious: Why Things Catch On* de Jonah Berger, quien explicó cómo ciertos contenidos se vuelven virales por razones psicológicas y emocionales. También se usó con frecuencia en la industria del marketing digital para describir campañas exitosas que se propagaron de forma orgánica.
El uso del término viralizar en español es una adaptación del inglés go viral, que se usa comúnmente para describir cómo un contenido se vuelve viral. En la actualidad, viralizar se ha convertido en un verbo común en el lenguaje del marketing digital, utilizado tanto por profesionales como por usuarios comunes en redes sociales.
Estrategias alternativas para lograr el efecto viral
Si no es posible lograr un contenido viral de forma natural, existen estrategias alternativas para acercarse al efecto viral. Algunas de las más comunes incluyen:
- Incentivar la participación: Ofrecer recompensas o reconocimientos a los usuarios que comparten el contenido.
- Crear retos o desafíos: Los retos son fáciles de replicar y generar interacción masiva.
- Colaborar con influencers: Un contenido patrocinado por un influencer con audiencia fiel puede tener un efecto multiplicador.
- Usar contenido interactivo: Encuestas, cuestionarios o quizzes generan participación y se comparten fácilmente.
- Optimizar para algoritmos: Aprender cómo funcionan los algoritmos de las redes sociales para maximizar la exposición.
Estas estrategias pueden ayudar a acelerar el proceso de viralización, pero no garantizan el éxito. Aun así, son herramientas valiosas para incrementar las posibilidades de que un contenido se propague de forma masiva.
¿Cómo se mide el éxito de un contenido viral?
El éxito de un contenido viral se mide principalmente por el número de comparticiones, vistas y engagement que genera. Sin embargo, también se pueden usar métricas como:
- Tasa de conversión: ¿Cuántos usuarios que vieron el contenido terminaron realizando una acción deseada (compra, suscripción, etc.)?
- Alcance orgánico: ¿Cuántas personas lo vieron sin necesidad de anuncios pagados?
- Velocidad de propagación: ¿Cuán rápido se extendió el contenido?
- Duración del impacto: ¿Duró la viralidad varios días o semanas?
Herramientas como Google Analytics, Facebook Insights, o plataformas de monitoreo de redes sociales permiten analizar estas métricas y optimizar las estrategias de marketing viral. El objetivo no es solo viralizar, sino hacerlo de manera efectiva y con un retorno de inversión positivo.
Cómo usar viralizar en marketing y ejemplos de uso
El término viralizar se usa con frecuencia en marketing para describir el proceso de hacer que un contenido se propague de forma masiva. Aquí tienes algunos ejemplos de uso:
- La campaña viralizó en menos de 24 horas gracias al apoyo de los influencers.
- El objetivo de la estrategia es viralizar el video en TikTok para llegar a un público más amplio.
- Viralizar un contenido requiere entender las emociones que mueven a las personas.
También se usa en contextos más técnicos, como en descripciones de algoritmos o análisis de campañas digitales. En resumen, viralizar es un verbo que describe el proceso de hacer que un contenido se propague de forma exponencial a través de la red social de los usuarios.
El papel de los usuarios en la viralidad
Un factor clave en la viralidad es el rol activo que juegan los usuarios. A diferencia de la publicidad tradicional, donde el mensaje es unidireccional, el contenido viral depende de la participación activa del público. Los usuarios no solo consumen el contenido, sino que lo modifican, lo reinterpretan y lo comparten con sus contactos. Esto les da un poder que antes no tenían en el proceso de comunicación.
Además, los usuarios actúan como multiplicadores del mensaje, llevando el contenido a audiencias que la marca no podría haber alcanzado de otra manera. Por ejemplo, un cliente satisfecho puede compartir una experiencia positiva con sus amigos, quienes a su vez la comparten con más personas, creando un efecto en cadena.
Este fenómeno no solo es útil para las marcas, sino que también permite que los usuarios se sientan parte de una comunidad. Cuando comparten contenido viral, no solo lo están difundiendo, sino que también están expresando su identidad y sus valores. Por eso, el contenido viral tiene un poder emocional que va más allá del simple mensaje comercial.
La viralidad como herramienta de transformación cultural
Más allá de su utilidad en marketing, la viralidad también tiene un impacto cultural. Muchos fenómenos virales no solo generan conversión, sino que también transforman la cultura digital. Por ejemplo, el reto del Ice Bucket Challenge no solo fue viral, sino que también ayudó a recaudar millones de dólares para la lucha contra la ELA. El contenido viral puede tener un impacto social y político, como en el caso de videos que exponen injusticias o denuncias.
La viralidad también puede ser un mecanismo de cambio cultural. Un meme, por ejemplo, puede reflejar o cuestionar una actitud social, lo que lo convierte en una herramienta poderosa para influir en la opinión pública. En este sentido, la viralidad no solo es un fenómeno comercial, sino también un fenómeno social y cultural.
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